Hoy vuelto a caer en la tentación de mirar a mi pasado. Lo he vuelto a remover. He vuelto a caer en mi propia perdición. Y es que caigo una y otra vez. Nunca pensé que viviría algo que me marcara tanto, que me escociera tanto las heridas del corazón. Y, aquí, me encuentro. Estática sin un rumbo fijo. Siento que he vuelto a recordar lo que no se tiene que recordar, aquello que no merece ser recordado, aquello que más vale dejarlo en el fondo de los recuerdos.
Sí, he caído. Y caeré, otra vez. Aunque no quiera, caeré. Pero ahora tengo la habilidad de controlar los recuerdos... no me sumerjo en ellos, al menos no como ellos quisieran, al menos no como para quedarme con ellos. Recuerdo y siempre lo haré porque las cosas por las que me hizo pasar nunca las olvidaré. Permanecen conmigo. Tengo que convivir con ellos. Eso sólo lo aprenderé con el paso del tiempo.
Sí, he caído. Y caeré, otra vez. Aunque no quiera, caeré. Pero ahora tengo la habilidad de controlar los recuerdos... no me sumerjo en ellos, al menos no como ellos quisieran, al menos no como para quedarme con ellos. Recuerdo y siempre lo haré porque las cosas por las que me hizo pasar nunca las olvidaré. Permanecen conmigo. Tengo que convivir con ellos. Eso sólo lo aprenderé con el paso del tiempo.
Escrito por C. © 2010
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