23 de noviembre de 2011

Quédate A mi Lado

Hoy he tenido miedo. Miedo a perderte. 
Mientras tú te alejabas de mi lado,
yo notaba que mi corazón se aceleraba.
Pensaba. Quería. Creía que volverías a mí,
pero cuando más lo deseaba, tardabas más de lo que esperaba.
Saqué la cabeza por aquella esquina que te vio pasar,
y no quedaba rastro de tu presencia.
Entonces, dudé. Dudé si realmente eras capaz,
de dejarme plantada en aquel banco.
Llegué a pensar que el juego se había convertido en algo serio.

En ese momento sentí que mi mundo se derrumbaba,
se estaba haciendo eterna la espera de tu regreso.
Por eso seguí el camino que imaginé que harías.
Quizás fueron cinco minutos que mis ojos no te divisaron,
pero sin ti me sentí vacía. Y ese vacío se llenó de temor.
Me imaginé mis días sin ti, y noté caer lágrimas sobre mi rostro.
Ya hace tiempo que siento esta congoja al pensar
que un día puedas irte de mi lado y no volver,
pero hoy he comprendido que mis sentimientos por ti
son más fuertes de lo que yo misma podía imaginar.

La ansiedad y el miedo aumentaban.
Hasta que vi que tu andabas hacia mi dirección.
Y al estar a tu lado, me volví a encontrar;
comprendí que no deseo jugar nunca más a este juego de desafío.

Recuerdo que te besaba y dejaba salir las lágrimas que contenía.
Tu intentabas comprender qué me pasaba y yo no supe explicártelo.
Era una mezcla de sensaciones y emociones.
Lloraba de emoción. Emoción por tenerte a mi lado.
Por sentir los nervios que tengo cuando te voy a ver.
Por saber que te había extrañado más de lo que creía.
Lloraba de tristeza. Tristeza al imaginar que algún día pueda perderte,
que algún día se repita esa imagen de tu cuerpo alejándose de mi.
Lloraba por temor. Miedo a que me puedas dejar de querer.
Miedo a que nuestra magia nos abandone;
o incluso miedo a no saber hacerte feliz.

Amor, no llores, por favor. Estoy a tu lado.” Repetías.
Y eso es lo único que pido. Que nunca te vayas.
Quédate a mi lado.


Escrito por C. © 2011

7 de noviembre de 2011

This Is For You, My Love.

Mi amor, quería decirte que mi vida ha cambiado mucho desde el momento que decidí ponerme en contacto contigo. Hoy hace ya un mes que te volví a ver. No te puedes imaginar lo nerviosa que estaba. También estaba muy ilusionada. Realmente, tenía una gran mezcla de sentimientos. No sabía que pasaría por tu mente, pero es que ni siquiera sabía lo que pasaba por la mía. La verdad es que cualquier esquema que hubiera planificado o diseñado en mi mente, se desvaneció en el momento que te vi. Fue la manera con la que me acercaste a ti, que me dijiste “te he echado de menos”. Fue esa mirada tuya en la que podía leer perfectamente que estabas diciendo la verdad y que no tenía por qué dudar. Sentí un cosquilleo por dentro que no pude remediar. Pero aún así prefería mantener una cierta distancia. Pero a medida que íbamos hablando, sentía como si el tiempo no hubiera pasado en nosotros. Habían pasado 5 años pero era como si hiciera dos días que no te veía. La sensación de estar cómoda a tu lado no había desaparecido. Volvía a estar en conexión contigo. Hubo algo que me sorprendió de mi misma: con lo nerviosa que estaba, no podía (ni quería) dejar de mirarte, y sentía la necesidad de tener ese pequeño contacto. Y no sabía porqué. Quizás fue porque noté que volvía a sentir magia. Era como si en ese momento el universo sólo existiera para que estuviéramos juntos. Eso me abrumaba con tal fuerza que no sabía qué hacer. Y en ese momento, después de mis dudas y mi desconcierto, decidí dejarme llevar por lo que sentía, dejar que las cosas fluyeran a su ritmo. Decidí que tenía que recuperar el tiempo perdido; decidí que quería recuperarte, que quería volver a tenerte a mi lado. Y desde ese día eso es lo que he intentado.

Pretendo darte la mayor la felicidad del mundo, hacer que te sientas el hombre más feliz del planeta, que sientas que eres lo más importante para mí y que me preocupo por lo que te pase y deje de pasar. Quiero llenarte plenamente como persona y como hombre. Quisiera que cada día que pasaras a mi lado tuvieras más claro que estamos destinados a estar juntos, que sintieras que soy la persona que quieres tener a tu lado por siempre. Personalmente, cada día que pasa yo te voy queriendo un poco más. No sé de que forma pero has hecho que mi mundo gire entorno a ti. Me he ido entregando a ti como no lo había hecho nunca antes con otra persona. Contigo me siento yo misma. A pasos agigantados te has convertido en parte de mi ser. Ahora no puedo imaginarme mis días sin ti.

No te cambiaría por nada del mundo. No te cambiaría porque nunca en mi vida me había sentido de esta forma. Nadie había conseguido tocarme en lo hondo ni encender la llama del amor, la chispa de la pasión. De todas las personas que han pasado por mi vida, tú eres quien me ha hechizado. Son tantas las cosas que me das; entre ellas, podría destacar la sinceridad con la que me hablas y que veo en tus ojos, la confianza que me transmites, la seguridad que me haces sentir en relación a ti y a nuestra relación, cosa que tiene efecto en la seguridad en mi misma, la sensación de sentirme protegida aunque no estés a mi lado porque tengo a alguien que me arropa y lo hace como a mi me llena, la felicidad que siento cuando estoy a tu lado o incluso en todos los momentos que pienso en ti... y con todo ello me haces sentir la mujer más afortunada de este planeta. No sé si te puedes llegar a imaginarte lo orgullosa que me siento por tener conmigo. Tienes todo lo que mi alma necesita. No puedo agradecer todo lo que me das.

Me siento como una tonta enamorada yendo por la calle con una sonrisa de oreja a oreja que hasta la gente me mira al pasar, o en el metro cuando me absorben los pensamientos y no puedo evitar sonreír, o incluso en mi propia casa que me empiezo a reír sola y parezco una loca. Ahora mismo me siento en lo alto de las nubes. No sé si era mi intención o no, pero me he enamorado perdidamente de ti. Como dice una canción que me encanta “es tan algo intenso dentro de mi corazón, se eleva tan violento que pierdo el control, que pierdo el control cuando te siento en mi; es un océano que corre dentro y roba mi respiración y pierdo la razón cuando te veo yo; creo entender, me enamoré. Es una sensación que me sacude en todos los sentidos. Nadie había despertado en mi este sentimiento con tanta fuerza. No he conocido a nadie de quién me gustara cada parte de su ser. Y es que te miro, y me quedo embobada. Me podría pasar horas y horas mirándote. Me gustan tus ojos, me gusta esos hoyitos que se te hacen cuando sonríes, me gusta que tus manos suden si me tienen cerca y te besaría hasta desgastarnos. Me gusta cuando me miras con tanta intensidad, me encantan tus besos, tus caricias. Me gusta verte sonreír a mi lado. Me gusta que te preocupes por mi, que me cuides, que me mimes. Me gusta que me escuches, que intentes comprenderme y sobretodo, sobretodo, que confíes en mí y me des la libertad que necesito. Y es que, sin duda, me gusta todo de ti.

¿Sabes qué es lo más importante para mi? Sentir esos nervios que siento cada vez que voy a verte, porque de momento no hay día que no esté nerviosa antes de verte, que no me muerda las uñas el metro cuando sé que vas a estar a mi lado, o que no empiece a jugar con el pelo pensando en que pocos minutos después vas a estar besándome. Sentir esa magia que noto cuando te miro a los ojos, cuando te tengo cerquita mía. Ha habido momentos que me han dado ganas de llorar cuando he sentido esta abrumadora conexión. Aunque a veces me da un poco de miedo, ojalá que esto nunca cambie. No quiero nunca se acabe porque a tu lado me siento una persona diferente. Siento que me complementas de tal manera que soy mejor. Es como si tuviéramos un puzzle delante y cada uno tuviera unas piezas clave para hacer que nuestra relación funcionase a la perfección.

Lo último que me queda por hacerte saber es que te quiero. Te quiero más de lo que las palabras puedan expresar. Nunca imaginé que volveríamos a vivir una historia de amor. Y la nuestra, quizás, es una historia que no debió nunca terminar. Como ya te dije una vez, amarte es lo que me hace feliz. Eres lo más bonito que tengo en mi vida, eres una de las personas más importantes para mí. Y gracias a ti he vuelto a sonreír sin importarme nada el resto del mundo, vuelvo a disfrutar cada momento de mi vida. Creo que no quedan palabras en mí que puedan expresar lo que siento por ti.


Escrito por C. © 2011

1 de noviembre de 2011

Esperarte

- Quería ver cuánto tiempo eras capaz de esperarme.
- Si tenías que llegar un día, te habría esperado toda la vida. 
 
El Despertar del Alma Blogger Template by Ipietoon Blogger Template